Me encantaría recordar las alegaciones en publicidad del ajo negro, permitidas por los organismos sanitarios reguladores . Ya sabéis que el ajo es un remedio tradicional milenario valorado por su versatilidad y sus múltiples PROPIEDADES:
- Nos ayuda a dar respuesta al ESTRÉS puntual. El diccionario médico lo define como “Tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáticas o trastornos psicológicos a veces graves.”
- Contribuye a mantener la función saludable del HÍGADO. Lo cual es imprescindible para mejorar la depuración de todo el organismo, la calidad de los tejidos y los niveles de energía.
- Contribuye a la salud y cuidado del SISTEMA CIRCULATORIO, CAPILARES, VENAS Y ARTERIAS. El ajo contribuye simultáneamente a relajar las paredes arteriales y venosas, a mejorar la CIRCULACIÓN sanguínea y la MICROCIRCULACIÓN , (por ejemplo ayuda a disminuir la sensación de piernas cansadas), mientras nos ayuda a mantener una TENSIÓN ARTERIAL saludable y a regular los lípidos en sangre.
- Además el ajo negro es una fuente muy rica en ANTIOXIDANTES.
- Participa activamente en el equilibrio metabólico de GRASAS, TRIGLICÉRIDOS Y COLESTEROL.
- El ajo se ha usado de forma tradicional por su importante capacidad para fortalecer el SISTEMA INMUNOLÓGICO de forma generalizada.
- El ajo tiene un conocido efecto ANTIBACTERIANO Y ANTISÉPTICO. Por ejemplo contra mohos, levaduras y bacterias patógenas.
- AYUDA A FLUIDIFICAR LAS SECRECIONES bronquiales, de garganta y nasales.
- Por todos estos motivos el ajo es también un colaborador inmejorable para mantener la función saludable del SISTEMA RESPIRATORIO en óptimas condiciones.
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